Este Blog ha nacido para dejar volar la imaginación, y al igual que las mariposas, anuncian su presencia con el aleteo de las alas, espero de vez en cuando volar para encontrar historias que contar.

16 de mayo de 2014

A mi amigo Fernando...

Nos conocimos siendo apenas unos adolescentes, Yo tenía 18 años y tú apenas 15, compartimos horas de trabajo mezcladas con  diversión inocente, propia de la edad que teníamos, en una época donde todo era opaco. Disfrutamos del trabajo con la conformidad  de saber;  de que no nos quedaba otra, éramos de los más pequeños de un montón de hermanos y estábamos en ese momento de arrimar el hombro, no solo para nuestros padres, también para nosotros mismos. Nos unían muchas cosas. Fuimos cómplices, compartimos secretos y preocupaciones por esa lucha intestina que tenías, donde la verdad no era posible porque la sociedad y tus seres más queridos no estaban preparados. Antepusiste tu felicidad a romper con los prejuicios. Durante mucho tiempo navegaste entre dos aguas,  y aunque las verdades se translucían entre sombras veladas, te quisiste convencer de que sería posible seguir el camino de las convicciones  establecidas, pero te diste cuenta que para ello arrollarías a otras personas que nada tenían que ver con tu realidad. Y entonces salía el niño bueno que siempre ha habido en tí y renunciaste a esas veredas, siendo honesto con los demás, pero sobre todo contigo mismo.

Una vez más la vida pega el zarpazo,  agarrando con sus garras a gente que queremos. Hoy me esperaban para decirme que tú ya no estás entre nosotros… y no me lo puedo creer. Sigo viendo al niño bueno e inocente, luchador, entregado para los suyos y sus amigos. Y quiero pensar que conseguiste ser feliz dentro de esa quimera…

María Calzada