Este Blog ha nacido para dejar volar la imaginación, y al igual que las mariposas, anuncian su presencia con el aleteo de las alas, espero de vez en cuando volar para encontrar historias que contar.

16 de agosto de 2013

YA NO SON LOS MISMOS VERANOS...

No, Ya no son los mismos veranos. Pasaron los duros veranos de Topas cuando el recoger la siega era de sol a sol y  el resultado del trabajo era un mísero jornal. Tiempos duros que  la emigración cambió por trabajos más llevaderos y  que lograron   el bienestar soñado.
Los casi cuarenta años fuera del pueblo le sirvieron no solo para trabajar, que le ha tocado lo suyo, también para cambiar la forma de vivir y cultivar la mente bebiéndose los libros y  manteniendo a lo largo de su vida el buen habito de leer todos los días. Ha mantenido hasta hoy una memoria prodigiosa, de manera qué, en las conversaciones familiares, cuando ha sido necesario dar una fecha o dato histórico él era nuestra enciclopedia inmediata. Ya se queja de que la memoria le falla, es el resultado de que la edad no perdona.
Simón, es de esos hombres que no perdieron las raíces y después de unos años jubilado, volvió de donde había salido, para disfrutar de ese estado de no hacer nada, eso sí, sigue leyendo,  es la máxima distracción junto con la de caminar, ver los toros o el futbol  en el bar,  hablar con sus paisanos, contándose chistes y charangas,  donde la verdad y la mentira no se reconocen pero ayudan a pasar el tiempo.
Ya pertenece a ese grupo de mayores con memoria histórica sobre el pueblo y sus moradores. Para quienes salimos siendo niños y la memoria de nuestras raíces, es un simple reflejo, él durante estos años se ha encargado de ponernos al día. Sin él, el conocimiento sobre nuestro pueblo sería  nulo.
Todos los veranos ha regresado a Mallorca para pasar como mínimo dos meses, disfrutando de la playa junto a los nietos. La playa ha sido y sigue siendo su gran pasión, es de los que no perdona ni un día, ya pueden caer chuzos de punta, siempre confía que escampe para la hora de ir y como aquí el tiempo acompaña, termina teniendo razón. A esa hora, nunca hace mal tiempo. Otra cosa es por la noche, ahí, cualquier brisa más fresca de lo normal hace qué, cambie las sandalias por, calcetines y calzado cerrado. A menudo bromeamos, que esto le pasa porque le queda en la memoria, el jodido frío de los inviernos de Topas.

Este año las piernas les están jugando malas pasadas, perdiendo la agilidad, no sólo de caminar como le gustaba, también los baños en el mar, que eran metódicamente,  de nadar media hora o una hora, secarse quince o veinte minutos, para volver a meterse en el agua, a reducir estos tiempos a lo mínimo. Pero es hombre de fácil socialización, y veranear años en el mismo sitio le ha aportado conocimiento y amistades nuevas. No tiene problemas. Igual habla con el socorrista, con el vecino playero, con el que vende la fruta, con el alemán perdido… Últimamente el “barquero”, así llamamos al que alquila los velomares, ha sido su compañero playero, porque el resto de los que vamos a la playa con él, una vez que llegamos allí, ya no existimos. Como el tiempo de los baños se ha reducido, emplea su tiempo en socializarse con el barquero jugando a las cartas, y contándose cuatro mentiras debajo de una sombrilla. Sombrilla que por cierto a él, nunca le da la sombra, pero es igual, el sol lo aguanta bien. Así llega al pueblo, negro como un indio arapahoe.

Hoy hemos bajado a darnos un baño y teníamos curiosidad de ver, qué haría el "barquero". Que sepas que estaba triste, no tenía compañero de juego.
María Calzada

1 comentario:

  1. Anónimo17:49

    Bonito panegírico.Simón es un hombre de los que yo admiro. Tuvo que luchar desde niño en una tierra donde lo habitual era el frío glacial, la lluvia y el quemazón de la helada en invierno y la sed, que seca la garganta y la apergamina produciendo la sensación de la fatiga extrema en verano, mientras trabajas la tierra de otro, que sabes que nunca será tuya,por un salario de miseria.Luego, duro y valiente como ha sido, dio el salto al exilio, allende el mar,en una tierra lejana y desconocida, hasta en el idioma... y cuando pensó que no podría aguantar, una vez más aguantó hasta el final.Pero cuando se sintió cansado volvió, como el toro bravo de esta tierra, a la querencia de las tablas...
    Me emocionó hablar con él. Siempe me emociona hablar con las personas íntegras.

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GRACIAS POR DEDICARME UNOS MINUTOS DE TÚ TIEMPO